Dora Barrancos y Diana Maffía disertaron la semana pasada en el auditorio de la UNSADA, en el marco de la presentación del libro “Arraigadas: Pensar las políticas de género desde las raíces”.

La publicación surgió a partir de los conversatorios “Mujeres y arraigo” que se desarrollaron de manera virtual durante 2020.

“Quiero hablar del concepto de arraigo en término de una ética que desarrolló el feminismo en los inicios de la segunda ola en los años 80, cuando se comenzó a trabajar en una perspectiva desde el punto de vista de las mujeres”, apuntó Maffía.

“Cuando pensemos arraigo, pensemos en raíces, pero no raíces que nos dejan quietas en un lugar. Sí son modos de enraizarse con comunidades de pertenencia. El problema es cómo son las comunidades complejas de pertenencia”.

Por su parte, Dora Barrancos hizo hincapié en el rol de las universidades, sobre todo en el caso de las de más reciente creación como la UNSADA.

“La universidad tiene un papel fundamental en muchas dimensiones. En el significado que tiene para que el conocimiento se derrame y se democratice, para crear y fortalecer ciudadanía, hacer a la gente más digna, acercarle derechos que es lo primero que tiene que hacer la universidad y vale inclusive si no cumple con todo el periplo de la actuación titulada”, afirmó.

Y continuó: “esperamos de una universidad que permita resolver críticamente arraigos que no permiten el crecimiento individual y social y que una universidad como esta, nueva, promueva la idea de arraigo a ideas comunes que signifiquen una alta cuota de feminismo universitario, que es simplemente esto: no se trata de matriarcalizar la universidad, sino que feminizar quiere decir muy sencillamente conmover a les otres a tener vidas dignas de ser vividas”.

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